Síntomas de las empresas que no trabajan con calidad
- csaica
- 27 jun 2015
- 2 Min. de lectura

No es difícil saber si en tu organización se labora con baja calidad en cuanto a procesos, operaciones, atención, formación y demás aspectos, solo debes leer la lista que traemos a continuación. Si tú, tus compañeros o la empresa se sienten identificados o se ven reflejados en una o más de estas circunstancias es tiempo de reaccionar y revertir la situación, ¡el camino de la calidad te espera y nunca es tarde para empezar!
Los productos y servicios son hechos sin contar con las especificaciones técnicas correspondientes
Existe mucho personal encargado de resolver equívocos. Esta gente encarece los productos y servicios. “Hay personas que trabajan rehaciendo la labor de otra gente”, advierte Crosby. De esa manera la empresa se vuelve ineficiente, trabaja más y produce menos.
Se atiende primero la programación de la producción, después los costos, y posteriormente a la calidad.
Inexistencia de políticas de la calidad
Falta de certeza sobre qué es la calidad y cómo aplicarla
Confusión sobre las expectativas de la dirección sobre la calidad. Es importante que la alta dirección establezca y comunique el rumbo, la política, los planes y cualquier información inherente a la sostenibilidad de la organización
La alta dirección no establece ni comunica objetivos financieros económicos eficaces, ni suministra los recursos necesarios e información de retroalimentación sobre el desempeño. De esta manera se consigue que los equipos de trabajos no conozcan los objetivos de la organización debido a que la dirección no saben que los objetivos deben ser conocidos por todos.
El equipo de trabajo no está al tanto de lo que se espera de su trabajo en cuanto a calidad
La organización no ha identificado grupos de clientes o mercados apropiados para obtener los mejores beneficios económicos
La empresa no comprende las necesidades y expectativas del cliente y no prevé los recursos necesarios para cumplir estos requisitos
Ausencia de mediciones de satisfacción del cliente
No se resuelven las quejas de los clientes de manera justa y oportuna
No se reconoce que todo el equipo de trabajo puede afectar considerablemente al logro de los beneficios económicos
El equipo de trabajo no plantea oportunidades de mejora de su formación, capacidades y habilidades con el fin de favorecer a la empresa y obtener beneficios comunes
Existe poca motivación del equipo a trabajar en colaboración con otros empleados, clientes, proveedores y otras partes interesadas
Los procesos no se gestionan de forma interrelacionada
Si al leer esto sientes que viste una radiografía de ti mismo, de tu puesto de trabajo o de la organización a la que perteneces, no desesperes. Lo principal – que es detectar el problema – ya lo hiciste. Ahora falta sincerarse y entender que si las ganas de mejorar son genuinas, debes hacérselo saber al resto de compañeros para que decidan cuál será el plan a seguir y se tracen objetivos precisos y medibles en corto tiempo. Al concretarlos, esa pequeña victoria les animará e impulsará a seguir obteniendo mejoras. Sin darse cuenta, estarán encaminados hacia la excelencia. ¡Que empiece el viaje!
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