Director de Csaica será evaluador del Premio Iberoamericano de la Calidad

¡Csaica está de fiesta! Y es que nuestro director, el ingeniero Gilberth Araujo, resultó seleccionado como evaluador del Premio Iberoamericano de la Calidad – edición 2016 -, representando a Venezuela por cuarta vez consecutiva.

La labor del auditor líder y consultor consiste en verificar que las organizaciones participantes cumplan con los criterios establecidos para optar por el premio establecido en el modelo iberoamericano de la excelencia V.2015 , al que solo se puede acceder tras obtener el Premio Nacional de la Calidad del país de origen de la empresa aspirante. Si las compañías se desempeñan bajo los parámetros fijados por el ente latinoamericano, podrán alzarse con el galardón y ser reconocidas a nivel mundial por su excelencia.

Sobre su participación en el evento, Araujo aseveró que “me satisface que valoren mi trabajo y aportes en el campo de la calidad y que ratifiquen mi presencia allí cada año. Los venezolanos hemos hecho aportes significativos en esa área, aunque podrían ser muchos más. Por ejemplo, no podemos aspirar a este homenaje porque en el país no hay un Premio Nacional de la Calidad, aunque el Premio de la Calidad del estado Bolívar merece una mención. No obstante, no basta con eso porque sus estatutos son muy específicos en cuanto a no permitir la participación de organizaciones de otros estados del país, es necesario que las empresas estén radicadas en Bolívar para poder concurrir”.

Premio en Venezuela

Para el experto en calidad es imperiosa la creación de un premio nacional, aunque aduce que hasta ahora no hay iniciativas orientadas a lograr ese objetivo. “Ello implica la cooperación entre el Estado y las empresas privadas, y esto se hace difícil debido a la situación del país. Aunque – por contradictorio que parezca – es precisamente la crisis lo que nos debe motivar a unirnos y a hacer trabajos de calidad con calidad. He auditado empresas latinoamericanas y nacionales y sé que es posible concebir un premio nacional y arrasar con los internacionales porque tenemos el talento que hace falta”.

El ingeniero Araujo está dispuesto a sumar esfuerzos para crear un premio nacional. “Puedo diseñar los criterios bajo los cuales participarán las organizaciones. Tengo experiencia en eso, ya he creado un Modelo de Excelencia a nivel corporativo y si formamos un equipo interdisciplinario compuesto por el Estado, empresas privadas, asociación civil, entes normalizadores y certificadores, asociaciones sin fines de lucro, ONG´s, entre otros, podemos conseguir que sea factible. Esto tendría un impacto positivo en las empresas, las cuales se interesarían por certificarse – en el país hay 600 compañías certificadas - . Este efecto es comprobable y ha ocurrido en España – que cuenta con 72% de sus empresas certificadas – y Alemania, con un 82%, respectivamente. No es un requisito previo certificarse, pero normas como la ISO 9001 benefician no solo a la corporación, sino a todas las partes interesadas, incluyendo a la cadena de valor serían una experiencia previa que mejoraría el desempeño de una organización que quiera optar por un premio de calidad”.

Calidad y crisis

Es inevitable relacionar la calidad con un alto costo de inversión, sin embargo este paradigma cae por su propio peso y Araujo lo deja claro. “Los detractores de los modelos de excelencia argumentan que no se puede trabajar con calidad en medio de una crisis como la que atraviesa Venezuela, pero este es el momento en que más necesitamos de la calidad y si nos remitimos a la teoría, veremos que estos modelos fueron acuñados en Japón, tras la II Guerra Mundial; en USA, luego de la crisis de los años 30´s, y en la postguerra europea”.

Además, prosigue el evaluador, “Venezuela es la excepción latinoamericana, en todos los países del continente cuentan con un premio nacional de la calidad, y muchos venezolanos son evaluadores de los mismos. De hecho, en nuestro país somos pioneros de las certificaciones y podemos continuar labrando el camino de la calidad, tenemos profesionales talentosos dedicados a ello, hay empresas nacionales y transnacionales ejecutando iniciativas brillantes. Ahora más que nunca es posible desarrollar un modelo nacional de calidad para apalancar a la excelencia como factor diferenciador de la producción nacional que nos lleve a salir de la crisis en que estamos viviendo”.

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