Manifiesto sobre la creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco

En aras de proteger un legado natural del que somos dueños por herencia y protectores porque así nos lo exigen Venezuela y nuestra madre Tierra, Calidad, Seguridad y Ambiente Integrados, C.A rechaza categóricamente la creación del Decreto N° 2.248 publicado en la Gaceta Oficial 40.855, y exige al gobierno nacional, en nombre de to-dos los habitantes de este país, que se derogue esa disposición considerando que:

- El gobierno concede 111.843 Km (equivalente al 12% del territorio nacional) para llevar a cabo la explotación minera. En este espacio se impide y penaliza el ejercicio de Derechos Humanos consagrados en la Constitución (artículos 53, 68 y 97) como: derechos a la reunión, a la manifestación pacífica y a la huelga.

- La crisis energética en la que está sumida Venezuela obliga a los ciudadanos, al Estado y al gobierno a preservar las cuencas de los ríos Caroní, Orinoco y Paragua, que generan el 60% de la energía hidroeléctrica de la que se surte el país. Extraer minerales de esos ríos implica desviar los cauces que van al Guri y se dejaría de producir la energía necesaria para la nación.La explotación minera acarrea la contaminación de la cuenca del río Caroní, del que provienen las reservas de agua dulce más grande e importante del país.

- La biodiversidad significativa de esta zona - que comprende parte de los estados Bolívar, Sucre, Monagas, Amazonas y Delta Amacuro - incluye animales en peligros de extinción, zonas protegidas por tratados internacionales, monumentos naturales, flora y fauna que estarían amenazadas por las actividades de extracción y explotación.

- La voluntad de diversificar nuestra economía rentista no basta para explotarla minería sin siquiera realizar estudios de impacto ambiental, social y cultural.Los indígenas deben ser consultados acerca de si desean que se lleve acabo este aprovechamiento de recursos. Ergo, estas comunidades necesitan contar con informaciones pertinentes, veraces y oportunas para tomar esta decisión,tomando en cuenta consecuencias como el grave impacto ambiental y la transformación del modo de vida que hasta ahora conocen los miembros de las comunidades indígenas Inga, Mapoyo, Pemones, Chaimas, Yaruros, Eñepá, Yekwana,Piapoco, Kariña, Arawak, Kamarocotos, Arecuna, Uruak, Akawako, entre otros. La extracción y explotación de 7 mil toneladas de reservas de oro, cobre,diamante, coltán, hierro, bauxita y demás minerales no justifican la puesta en marcha de un crimen ecológico de magnitudes nunca antes vistas en Venezuela y de un genocidio indígena.

No podemos vender parte de nuestro terruño y legado ancestral a la empresa canadiense Gold Reserve ni a las corporaciones chinas Caamg Engineering y Yankuang Group porque el corazón de Venezuela no está a la venta,nuestra soberanía no se negocia. El debate entre preservar la vida u obtener ganancias a cualquier precio debió superarse hace años, un gobierno depredador y ciudadanos pasivos e indolentes no tienen cabida en este gran país.Es imperativo diversificar la economía, comprendemos y apoyamos la necesidad de obtener tener ingresos en divisas internacionales, para eso es viable desarrollar y potenciar el sector turismo, el de telecomunicaciones,educación, tecnología de la información, entre otros. Estosdependen del talento humano, que está desperdiciándose o buscandooportunidades en otros países. Venezuela es un país con grandes riquezas,es nuestro deber protegerla y sacar lo mejor posible garantizandola preservación de sus recursos para futuras generaciones.

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