Las empresas que no mejoran sus procesos desaparecen
- csaica
- 15 jun 2015
- 4 Min. de lectura

La mejora, en el ámbito de la calidad, significa la creación organizada de un cambio beneficioso; el logro de niveles de rendimiento sin precedente. Juran expone que un sinónimo de mejora es “ruptura”. Se rompe con hábitos viejos, repetitivos e improductivos. Las acciones de mejora continua deben dirigir a la organización a lograr sus objetivos durante el año.
¿Cuáles pueden ser nuestros objetivos de mejora continua?
Muchos hablan de temas urgentes, pero puede que estos en realidad no tengan prioridad. Las únicas urgencias de las que podemos hablar son las que tienen que ver con el cumplimiento de objetivos enlazados con la visión de la organización, todo lo demás puede esperar.
Importancia de la misión y visión en la mejora continua
En nuestras visitas a diferentes empresas venezolanas, latinoamericanas y asiáticas, observamos que la Misión, Visión y Valores se tienen como simple relleno, son parte del papeleo que reposa en gavetas empolvadas. La realidad es que ese trinomio constituye la base fundamental a la hora de tomar decisiones. En la Misión, Visión y Valores se fundamenta el comportamiento del equipo de trabajo a la hora de prestar un servicio.
Un ejemplo palpable fue lo que presenciamos en una ocasión: mientras auditábamos a una compañía que presta servicios de ingeniería para el sector petrolero, le preguntamos al director de la empresa que cuáles eran los valores de la organización y él respondió que el principal valor era la pasión por dar servicio a los clientes. Quisimos saber cuántas quejas tenían registradas y él comentó que no sabía, que de eso se encargaba su equipo de trabajo. Eso es comprensible, alguien tiene que tratar y manejar las quejas, ¿no? Pero un director debe saber cuántas quejas hay y con qué frecuencia se presentan. Entonces reflexionamos ¿dónde está la pasión por brindar el servicio? “La misión, visión y valores son mucho más que frases vacías, hay que sentirlas, vivirlas y practicarlas”.
Después de fijar objetivos es vital establecer indicadores que sean útiles para medir nuestra capacidad de lograr la eficacia. Luego resta verificar que alcanzamos la eficiencia, y posteriormente, medimos la efectividad.
Cuando alcancemos la efectividad podremos aprovechar mejor nuestros recursos. Ese es el enfoque del ahora, hacer organizaciones sostenibles que contribuyan con el medio ambiente, que generen oportunidades para que las próximas generaciones tengan las mismas posibilidades de desarrollo que nosotros.
Si ya tenemos la necesidad de ejecutar cambios y también las ganas de hacerlo, ¿qué podemos mejorar?
Procesos
La productividad
Emplear nuevas herramientas u optimizar su uso
Aumentar la eficiencia
Impulsar la creación de nuevos productos
Investigar el origen de quejas frecuentes de los clientes y combatir las causas
Reducir los desperdicios, entre otros.
Sociedad que piensa en colectivo y está en constante ebullición
La mejora continua tiene un enfoque nacido en las normas ISO. La filosofía Kaizen expone que cuando mejoramos un aspecto de nuestro lugar de trabajo al día, al final del año tendremos 365 mejoras y eso generará cambios importantes. A pesar de lo retador e interesante de este planteamiento, entendemos que no puede aplicarse en todas las culturas, porque algunas son más flexibles, como en el caso de Latinoamérica. En cualquiera de nuestros países esas intenciones se diluirían a lo largo del año, por eso las mejoras deben centrarse en establecer objetivos a corto plazo. Estos objetivos deben ser retadores, medibles y realizables. Cada miembro tiene que saber qué debe hacer para lograr la meta.
Nuestra sociedad siempre piensa en colectivo, la gente vive en constante conexión. Y como las empresas reflejan lo que se vive en la sociedad, también ellas albergan colectivos que se encuentran en permanente ebullición, esa ebullición es otra de nuestras características más relevantes, y al concatenarse con el colectivo puede ser aprovechada para conseguir al menos una mejora en un trimestre, en un equipo de trabajo. Esto se consigue poniendo en práctica el ciclo PHVA (planificar, hacer, verificar y actuar).
¿Qué pasa cuando no se implementan las mejoras continuas?
Las empresas se estancan, no propician cambios y terminan quedándose inadaptadas ante un entorno en constante transformación. Es así como las organizaciones desaparecen, no pueden sobrevivir.
“Todos los días hay nuevas ideas, nuevos productos y paradigmas que dan respuestas a las necesidades de las personas. Si una organización no tiene capacidad para adaptarse, deja de ser imprescindible. Una empresa que no se enfoca en la mejora continua no es apta para sobrevivir”.
La mejora continua faculta a la empresa a adaptarse a los cambios tecnológicos, legales, entre otros.
Al hacerse de forma ordenada, la gestión del cambio se hace menos traumática
Las organizaciones que ejecutan mejoras continuas están a tono con las necesidades de su entorno y las partes involucradas.
Al haber mejora continua se desarrolla sentido de pertenencia y orgullo por hacer las cosas cada vez mejor.[endif]--
Al haber satisfacción, las personas comunican sus logros al resto del equipo y este se siente motivado ![endif]--
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